El aparato circulatorio (o sistema circulatorio[1]
) es la estructura anatómica compuesta por el sistema
cardiovascular que conduce y hace circular la sangre, y
por el sistema linfático que conduce la linfa
unidireccionalmente hacia el corazón. En el ser humano, el sistema cardiovascular está
formado por el corazón, los vasos sanguíneos (arterias,
venas y capilares) y la sangre, y el sistema
linfático está compuesto por los vasos linfáticos, los ganglios, los órganos linfáticos (el bazo y el timo), la médula ósea y los tejidos linfáticos (como la amígdala y las placas de Peyer) y la linfa.
La sangre es un tipo de tejido conjuntivo fluido y
especializado, con una matriz coloidal líquida,
una constitución compleja y de un color rojo característico. Tiene una
fase sólida (elementos formes,
que incluye a los leucocitos (o glóbulos blancos), los eritrocitos (o glóbulos rojos) y las plaquetas)
y una fase líquida, representada por el plasma sanguíneo.
La linfa es un líquido transparente que recorre los vasos linfáticos y
generalmente carece de pigmentos. Se produce tras el exceso de líquido que
sale
El aparato circulatorio (o sistema circulatorio[1]
) es la estructura anatómica compuesta por el sistema
cardiovascular que conduce y hace circular la sangre, y
por el sistema linfático que conduce la linfa
unidireccionalmente hacia el corazón. En el ser humano, el sistema cardiovascular está
formado por el corazón, los vasos sanguíneos (arterias,
venas y capilares) y la sangre, y el sistema
linfático está compuesto por los vasos linfáticos, los ganglios, los órganos linfáticos (el bazo y el timo), la médula ósea y los tejidos linfáticos (como la amígdala y las placas de Peyer) y la linfa.
La sangre es un tipo de tejido conjuntivo fluido y
especializado, con una matriz coloidal líquida,
una constitución compleja y de un color rojo característico. Tiene una
fase sólida (elementos formes,
que incluye a los leucocitos (o glóbulos blancos), los eritrocitos (o glóbulos rojos) y las plaquetas)
y una fase líquida, representada por el plasma sanguíneo.
La linfa es un líquido transparente que recorre los vasos linfáticos y
generalmente carece de pigmentos. Se produce tras el exceso de líquido que
sale de los capilares sanguíneos al espacio intersticial o
intercelular, y es recogida por los capilares linfáticos, que drenan a
vasos linfáticos más gruesos hasta converger en conductos que se vacían
en las venas subclavias.
La función principal del aparato circulatorio es la de pasar
nutrientes (tales como aminoácidos,
electrolitos
y linfa), gases,
hormonas,
células sanguíneas, etc., a las células
del cuerpo, recoger los desechos metabólicos que se han de eliminar
después por los riñones, en la orina, y por
el aire
exhalado en los pulmones, rico en dióxido de carbono ([[CO2]]).
Además, defiende el cuerpo de infecciones
y ayuda a estabilizar la temperatura
y el pH para
poder mantener la homeostasis.
de los capilares sanguíneos al espacio intersticial o
intercelular, y es recogida por los capilares linfáticos, que drenan a
vasos linfáticos más gruesos hasta converger en conductos que se vacían
en las venas subclavias.
La función principal del aparato circulatorio es la de pasar
nutrientes (tales como aminoácidos,
electrolitos
y linfa), gases,
hormonas,
células sanguíneas, etc., a las células
del cuerpo, recoger los desechos metabólicos que se han de eliminar
después por los riñones, en la orina, y por
el aire
exhalado en los pulmones, rico en dióxido de carbono ([[CO2]]).
Además, defiende el cuerpo de infecciones
y ayuda a estabilizar la temperatura
y el pH para
poder mantener la homeostasis.
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